domingo, 19 de enero de 2014

Palabras cerradas como semilllas inspirado en La identidad. Elena Poniatowska

"y seguimos…hilvanando palabras cerradas como semillas…porque íbamos de subida-casi siempre se va de subida-"


PALABRAS CERRADAS COMO SEMILLAS

Palabras cerradas como semillas
donde late la vida,
donde palpita el amor,
donde anida la creación
y la naturaleza.
Palabras cerradas como semillas
que cantan,
que suben y bajan
de un soplo los túneles del corazón,
que sirven para hilvanar ideas,
para tejer sueños.
Palabras cerradas como semillas
que derrumban muros,
que construyen puentes, amistades,
que hacen florecer el amor,
la solidaridad, la paz ,la hermandad.
Palabras cerradas como semillas
que cobran vida,
que crean vida,
que nacen sin cesar
inesperadas, sencillas.
Palabras cerradas como semillas
que repiten al infinito
el nombre que se quiere oír.

Poema hecho al alimón.
Irene y Stella.
Atenas 9-1-2014

viernes, 17 de enero de 2014

DERROTAS


Todas las derrotas que nos formaron
las frustraciones que desafiaron nuestros límites
los fracasos que araron nuestros jardines más secretos
los frutos de los momentos agrios y ásperos
las memorias indeseadas
el pasado exiliado
son el rescate que pagamos al tiempo
una herencia de conocimiento amargo
de experiencia madurada entre abismos y tempestades
viaje de un acróbata entre la excitación y los peligros.
Ahora, mientras avanzamos dentro de la aceptación,
en la dulzura del consentimiento y de la tolerancia
escuchamos a veces la música lejana del pasado
con todos sus tesoros y sus robos
sus flores y sus espinas
y si todo es un aprendizaje largo de una vida corta
ya sabemos de alguna manera cómo buscar
entre las ruinas y el caos
las columnas estables para sostener nuestros deseos
entre los rencores y las traiciones
la fuerza de perdonar y ser perdonado
entre los gritos y las lágrimas
las aguas claras donde nos bañaremos en otros mares
entre las oscuridades y la confusión
mariposas de luz volando
entre las heladas y la desolación del invierno
el florecimiento persistente de la primavera
y el éxtasis incansable de un verano eterno.


Soula Tsilfidou